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La caída de pelo es una causa de preocupación para muchas personas de todo género y edad. Se distinguen distintos tipos de alopecia en función de las causas involucradas; algunos de estos factores tienen un componente genético pero otros son de componente ambiental, determinado por las circunstancias climáticas, exposición a altos niveles de estrés y hábitos de alimentación.

Si bien es cierto que es algo más común en el género masculino, las mujeres también experimentan su pérdida total o parcial por diferentes motivos que analizamos a lo largo de este artículo.

1. Principales causas de la caída de pelo

Partiendo de la premisa de que la caída de cabello es de carácter multifactorial, puedo extraer patrones comunes del trato con pacientes que acuden a consulta con el miedo a volver a ver en su almohada, desagüe o cepillo ¡cantidades desmesuradas de pelos!

1.1. Genética

La evidencia se inclina a que la mayoría de los casos de calvicie masculina se deben a la actividad de ciertos genes que actúan con cierta disfuncionalidad a la hora de regular andrógenos como la testosterona y la dihidrotestosterona, hormonas que desempeñan un papel importante en el crecimiento del cabello.

El gen AR receptor de andrógenos, como su propio nombre indica, fabrica recetores de andrógenos que se adhieren a los folículos pilosos. Cuando este gen no funciona adecuadamente, el crecimiento del cabello también deja de hacerlo.

Los receptores de andrógenos regulan el grado de estimulación de los folículos pilosos por parte de la dihidrotestosterona (DHT); es por ello que la hiper-estimulación de este derivado de la testosterona, potencia la caída de pelo.

1.2. Alteraciones hormonales

La testosterona es la principal hormona sexual masculina, vinculada a su capacidad para impulsar los procesos de fuerza, ganancia muscular y apetito sexual.

A menudo escuchamos afirmaciones tales como que la calvicie se encuentra vinculada a altos niveles de testosterona. No obstante, es un tema sujeto a controversia y, una vez más, al hacer afirmaciones del tipo “blanco-negro” estamos cayendo en un profundo reduccionismo.

Un estudio de 2018 sobre 239 hombres chinos descubrió que aquellos con calvicie de patrón masculino tenían mayores niveles de testosterona libre. Pero otro estudio sobre 373 hombres alemanes no encontró "ninguna asociación entre las hormonas sexuales y la pérdida de cabello en hombres de la población general."

De ser la calvicie un indicador fiable de altos niveles de testosterona, dicha correlación se vería reflejada en todas partes. Dicho esto, también es cierto que no es de extrañar encontrarnos caída de cabello en mujeres que presentan Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), una alteración hormonal que afecta a un porcentaje de mujeres en edad fértil, en el que uno de sus criterios diagnósticos es precisamente la alta producción de andrógenos como la testosterona.

Otras hormonas que merecen mención aparte en los procesos de pérdida de cabello son:

  • Las hormonas tiroideas (TSH, T3L, T4L y T3T). Las personas que padecen hipotiroidismo generalmente sufren una pérdida de cabello que mejora a medida que se equilibra su eje tiroideo.
  • La insulina: hormona producida por el páncreas, encargada del equilibrio del azúcar en sangre, se encuentran relacionados con la caída de cabello tanto en hombres como en mujeres dada su importante implicación en la alteración de las hormonas sexuales.
  • El cortisol: hormona relacionada con los procesos de alarma-huida de nuestro organismo. Como veremos más adelante, el correcto manejo de nuestros niveles de estrés va a jugar un papel muy relevante en nuestra salud capilar.
caída de pelo

1.3. Déficit de nutrientes

Las deficiencias nutritivas están directamente relacionadas con la caída de cabello, concretamente asociada al consumo y/o insuficiente absorción de:

  • Arginina: es un aminoácido precursor de ácido nítrico que gracias a su capacidad vasodilatadora potencia el flujo sanguíneo de forma que llegue a los folículos capilares y así estimular la síntesis capilar. La evidencia señala que la arginina es capaz de prevenir los efectos debilitadores del peróxido de hidrógeno sobre el cabello, protegiendo de esta forma el color natural del cabello
  • Lisina: aminoácido esencial cuando el cuerpo no es capaz de sintetizarlo por sí solo, ha de ser suministrado con la alimentación. La lisina fomenta la producción de colágeno y queratina, dos compuestos fundamentales para mantener un pelo sano, fuerte y brillante. A menudo, encontramos personas con cabellos secos y quebradizos que presentan déficit de este nutriente
  • Zinc: mineral esencial en distintos procesos fisiológicos. En lo que a la salud capilar concierne actúa en sinergia junto al cobre, siendo fundamental para la síntesis de queratina, regeneración y crecimiento capilar
  • Biotina: se trata de la vitamina B7 que tiene como principal función participar como transportador de enzimas en los procesos metabólicos de diferentes nutrientes. Su deficiencia está relacionada a la dermatitis y alopecia. Es por eso que este nutriente es fundamental para reforzar la fibra capilar favoreciendo la elasticidad, evitar la caída y fomentar su crecimiento.

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1.4. Estrés

Técnicamente, la pérdida temporal de pelo inducida por situaciones de estrés, es conocida como efluvio telógeno. Se trata de un tipo de calvicie relacionada con la frecuencia y el estado de los ciclos por los que pasa el folículo piloso, determinados por factores ambientales y no por factores genéticos.

En este tipo de alopecia, la mayor parte de los folículos pilosos se aceleran y se sincronizan, de forma que se produce una estrepitosa caída de pelo en relativo poco tiempo.

Este tipo de alopecia es de más fácil reversión, pudiendo recuperarse el cabello a los pocos meses de interrumpir la causa principal, cuando los folículos pilosos se renuevan y crecen de nuevo. Rara vez desencadena en una alopecia total y permanente.

Alopecia

2. ¿Qué puedo hacer para detener la caída de pelo?

Los tratamientos convencionales para la caída de cabello a menudo incluyen fármacos tales como el minoxidil y finasteride. Si bien estos fármacos bajo la supervisión de un médico y en ciertos contextos funcionan, a menudo presentan efectos secundarios indeseables que van desde la irritación del cuero cabello hasta disfunciones sexuales como la impotencia en caso de hombres.

Algunas de mis herramientas naturales favoritas para combatir la caída son:

2.1. Revisar tu nutrición

Comer alimentos integrales ricos en nutrientes y basados en plantas, como las verduras, los frutos secos y determinadas frutas, proporciona la materia prima para que tu cuerpo se encuentre en óptimas condiciones para un equilibrio hormonal adecuado y, en consecuencia, que crezca un cabello fuerte.

Alimentación variada

2.2. Revisar tu exposición y gestión de los niveles de estrés

Aunque a muchos de nosotros nos encantaría, no podemos irnos a una isla y que “nadie nos moleste”. Hemos de aprender a convivir con situaciones de estrés: un jefe que te exige, tus hijos que se pelean, tu madre que requiere atención…

Elije aquello que resuene contigo y te ayude a manejar el estrés, yo a menudo recurro al deporte, a un buen café calentito con un buen/a amigo/a, o un buen libro. ¡Elige el tuyo!

2.3. Considerar incorporar un complemento alimenticio

En paralelo a los puntos anteriores, revisa con un profesional de confianza la posibilidad de hacer un aporte extra a tu alimentación con la toma de un complemento de calidad que ayude a tratar la raíz de la causa de tu pérdida de cabello.

3. Conclusiones

¿Están garantizadas las estrategias anteriores para prevenir o revertir la caída del pelo? Desgraciadamente te mentiría si te dijera que son garantía de poner fin a esta situación.

Si las raíces son genéticas, al menos hasta que se produzcan algunos avances científicos importantes es algo con lo que tendrás que convivir a no ser que decidas recurrir a tratamientos estéticos como implantes capilares.

No obstante, las estrategias que te he mencionado, no sólo son buenas para el cabello, sino también para tu salud en general, así que nunca sobrará empezar a implementar hábitos para cuidarte desde dentro hacia afuera. Recuerda que tu bienestar físico es solo una consecuencia de una buena salud interior.

Bibliografía

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  • Guo EL, Katta R. “Diet and hair loss: Effects of nutrient deficiency and supplement use.” Dermatol Pract Concept. 2017; 7:1-
  • Yu V, Juhász M, et al. “Alopecia and associated toxic agents: A systematic review.” Skin Appendage Disord 2018;4:245-60.